El colegio es el recinto donde más tiempo pasamos las personas durante los primeros años de vida. Los colegios están hechos de partes, que se vinculan de un modo preciso entre ellas para formar un todo coherente y con sentido. Independiente de las cualidades de sus recintos, tanto interiores como exteriores, tener una idea clara del emplazamiento y forma que tiene el propio colegio, es quizás, el primer paso para aprender a orientarse en la vida. El espacio educa.

Por tanto, cuando hablamos de “espacios educativos” nos hemos de referir tanto a exteriores como interiores. La experiencia del espacio ha de ser integral e integradora. Los espacios se ocupan de una determinada manera y los niños se mueven entre ellos. En este sentido, el movimiento, los desplazamientos tienen que ver no sólo con el problema de trasladarse de un punto a otro. El desplazamiento a de contribuir a la enseñanza dotando de experiencias, tanto grupales como individuales.